¡Pensar en el planeta,

SUMA

Nuestro modelo de desarrollo sustentable se centra en los biodigestores. Estos son los pilares fundamentales de nuestra economía circular. A través de esta tecnología podemos transformar la materia orgánica de nuestras vacas en dos recursos esenciales: energía y biofertilizante. Gracias a esta innovación, logramos reducir significativamente nuestro impacto ambiental, e incluso alcanzar una contribución positiva al ambiente.

Nada se desperdicia en este ciclo:

Gestionamos el estiércol de las vacas para que todos los recursos se puedan aprovechar. Todo empieza cuando separamos la arena de las camas de nuestras vacas, permitiéndonos limpiarla y reutilizarla para asegurar su comodidad. Mientras tanto, la materia orgánica se divide en dos partes. El componente sólido se dirige a los biodigestores para su procesamiento y conversión en energía. Esta materia orgánica se va a convertir en biogás, que es altamente concentrado en metano, uno de los gases más eficientes para generar energía.

El componente líquido y el sobrante de los biodigestores se transforma en biofertilizante, que aplicamos directamente en nuestros campos. De esta manera, fertilizamos nuestras tierras de forma natural, contribuyendo a la restauración de nuestros suelos, reduciendo el uso de fertilizantes químicos, mejorando el carbono del suelo y promoviendo la producción sustentable de los cultivos que van a alimentar a nuestras vacas.

Este plan nos permite gestionar el 100% del estiércol que generan las vacas, tratando más de 370 mil toneladas al año y evitando las potenciales emisiones generadas por el estiércol.